“SENDÍN, SAINTPABLO Y SEÑORÁN”
My favourite guys: SENDÍN, SAINTPABLO Y SEÑORÁN; se presenta como una concatenación de tres series fotográficas que se complementan creando una escenografía compartida de elementos fotográficos. La delicadeza de estas figuras masculinas que adoptan posturas propias del pictoricismo más clasicista; se unifican no solo cromática y temáticamente, sino que el audiovisual que las acompaña se convierte en un elemento esencial de toda la escena compositiva que desea abordar totalmente el espacio expositivo. Por lo que, el instante móvil y el instante inmóvil se conjuga visualmente como un antes y después de la creación propiamente instantánea. Una desnudez lírica de cuerpos que sin querer evocan lo femenino envueltos en la nostalgia faltante de color.
En cuanto al desarrollo expositivo, es planteado y distribuido en función del espacio en el cual las imágenes se adaptan al lugar establecido; una lectura en la cual las Polaroids extraídas de su formato y contexto conforman una instalación fotográfica de tres dimensiones en la que los objetos que aparecen en las instantáneas son sacados fuera de la imagen, mientras las diferentes posibilidades visuales y las ampliaciones se entremezclan como una investigación constante de mi trabajo artístico.


HOY, ANTES
Un comienzo, una fotografía de espíritu encarnada en la melancolía del blanco y negro. Una sucesión de escenas de álbumes familiares que hacen retornar nuestra memoria a ese “antes” convertido en un ahora instantáneo; en un “hoy”.
Ciertas imágenes consideradas a menudo meros recuerdos de aquellos viajes o de aquellos momentos del pasado, donde esta práctica fotográfica tan doméstica nos causa una imperecedera fascinación por lo cercano conocido. Una comprobación de los vínculos existentes de las importantes tradiciones y escenas familiares como fantasmagorías del recuerdo.
HOY, ANTES; un cobijo, un refugio, pues no quería envilecerme con otras ideas; me gusta fantasear, reflexionar, reedificar y adivinar, no quería ser parte de otras leyendas que pudieran influir en mis ideas genéticas, por ello quiero ser infalible a mi verdad, buscar el propio frenesí en el rincón del alma. Con estas, mis sombras, quería crecer sin sermones ni apologías de la teología que pudieran causar la crisis de mi espíritu. Me encierro en estas fotografías para ser el yo dentro de mi tiempo, y en esa tristeza del corazón se me aguza el cerebro.
Hartas son las memorias y sobradas las nostalgias. El color del pasado, las huellas no borradas de tratar ahuyentar el veneno lento del olvido y ser la eterna fugitiva entre esta polvareda de recuerdos en imágenes que un día ignoraban la venganza. No me es posible enterrar tantas ofensas y tantas defensas de aquellas tempestades de aquel yo que aún respiro perpetuo y absoluto. Este es el reto del mundo interior a mi experiencia onírica; mi propia razón dentro de esta fantasía creada irracionalmente a mi imagen y semejanza.
Siempre he sido una niña vieja.


NO CLOSE IMAGES
Por tanto, se establece una nueva traducción del Polaroid en el momento de la extracción de su soporte y formato único; funcionando estas ampliaciones como copias de las originales donde el espectador observa el aumento de una realidad antojada, donde detalles y texturas son intensificadas en diferentes técnicas y tamaños de impresión que alteran ese carácter de autenticidad.
En cuanto a las escenas compositivas y temáticas del proyecto, se presentan como una concatenación de varias series fotográficas. Además de suponer una extracción del soporte original permitiendo una mudanza de la imagen que no altera el origen primero de la misma, se acompañará, además de las técnicas de impresión; de audiovisuales creados a partir de esas fotografías Polaroid resultantes y a su vez, de los objetos que aparezcan a modo de escenografía en las mismas imágenes; convirtiéndose en elementos esenciales y unificadores. Por lo que, el instante móvil (audiovisuales creados durante la toma fotográfica de todas esas series, los cuales permiten una recreación o previsulización de como, cuando y donde, el momento, en el que fueron concebidas esas series de instantáneas Polaroid) y el instante inmóvil (piezas físicas resultantes de las series de imágenes Polaroid ) se conjugarán como un antes y un después de la creación propiamente instantánea.
Las instantáneas adquieren las mismas características que ofrecen las imágenes de fotografías ampliadas que se pueden ver en los grandes escaparates publicitarios; y a su vez, mantienen una relación dialéctica y discursiva con los audiovisuales que acompañan esta repetición de significante y significado. Como tales, reencarnan la pintura figurativa de gran formato a través del “principio de estructuración sintáctica de espaciamiento”, del que habla Rosalind Krauss. Es decir, los elementos materiales y los modos de percepción ( visual, táctil y auditivo) combinados con el espacio. Las técnicas y la imaginería del montaje, permiten que la instalación fotográfica contribuya a una experiencia individual del espectador, estableciéndose una nueva interpretación de las dimensiones expositivas tradicionales.
La repetición de los elementos combinan lo matérico y lo semántico como detalles representativos del formato, la mediología y la especificidad de la técnica Polaroid. En cuanto a las ampliaciones de las imágenes fotográficas, suponen una experimentación de nuevas técnicas reproductivas incorporando así un nuevo lenguaje visual; por lo que, la “intervención estética” de la toma fotográfica sugiere una nueva variación visual.
NO CLOSE IMAGES es una conjugación de las creaciones realizadas con mi cámara instantánea y la experimentación espontánea, las hibridaciones, los paraísos artificiales y mis propias superestrellas; hechos a mi imagen y semejanza. Y sin olvidar, mis vídeos, grabados a modo de documentación como imágenes casi fijas sin apenas movimiento como extensión de mis fotografías que me permiten una exploración de la temporalidad.


YA NO ES VERANO / HAY MUCHOS CUERVOS

Domingo 7 de octubre, las 3:55 pm según mi reloj de muñeca y las 15:50 según mi móvil. Llevo desde las 11:01 de la mañana sola en este ático que aparenta ser un “hogar” pero que casi después de una semana aún siento extraño, frío e incómodo. Lo único que me relaja es la calor de la cocina por las tardes. Sigo nerviosa, sigo sin dormir apenas...
Hoy, además de solitaria, me siento cabreada y con algo que me ahoga. Quizás sea rabia, quizás ansiedad; necesito parar, tengo que llorar. Este pequeño sofá me está arropando en este día que se prevé eterno, mientras espero a que el sol dé luz a las camas desechas para poder hacer una Polaroid. Estoy tan desarropada como ellas, pero ellas son dos, yo solo una. He pensado en escribir para sentirme menos apenada, pero creo que no funciona. Los churros caseros que están en el armario de la cocina serían un buen alivio; me apetece probarlos, aunque sería un error. También creo que fue un error venir, mis lloros viajantes querían avisarme, los silencié. Estoy intentando crear mis propios souvenirs, mis compañeros fugaces, mis apoyos, mis objetos a los que aferrarme en esta experiencia que hoy no siento para mí.
Comienza a quemarme la rodilla derecha; me arde y empiezo sentirme catatónica. El suelo está lleno polvo y creo que estoy aprendiendo gallego. El horóscopo dice que voy a experimentar una gran sensación de ausencia….tiene razón. Le he mandado un mensaje a mi padre, le he dicho que quiero irme. Son las 18:10 y llevo el churro en la mochila envuelto en papel albal. Quiero comerlo; aquí en la playa por un rato ya no tengo ganas de llorar.
Ya no es verano, hay muchos cuervos.
Hoy domingo 21 de octubre, he estado hipnotizada, el sonido de los palillos se ha convertido en una sintonía, me relaja verla trabajar. Ese ritmo como un bucle relajante. Me asfixiaba la calor otra vez más, pero no importaba, no pensaba en nada mientras los palillos se movían ordenadamente. Ya no me quiero ir. Ellos y ellas son mis souvenirs de Galicia.
Sigue sin ser verano, sigue habiendo muchos cuervos.
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